
El edificio neoclásico que alberga la bolsa de Nueva York es uno de los más inmortalizados de la Gran Manzana. Popularmente se conoce simplemente como «Wall Street». Sin embargo, la vertiente más imponente de este icónico inmueble se puede apreciar en el número 18 de la calle Broad Street, desde donde se puede acceder al interior. Desde aquí se pueden admirar las seis columnas corintias y el hastial triangular del frontispicio, que se alzan como si de un templo sacro de la antigüedad se tratara.

La dirección de la bolsa se ha mantenido fija desde el año 1903 y hoy en día sigue siendo su sede principal. Sin embargo, los tiempos cambian y en el parquet del patio principal ya hace tiempo que no se comercia con acciones. Ahora, las prestigiosas estancias de los dos pisos superiores albergan oficinas, salas de reuniones y salas de actos, y recientemente se renovaron para que se adapten a las necesidades del presente. Y como en las reuniones de las juntas directivas, el confort y la elegancia son factores que cotizan al alza, se ha apostado por un valor seguro: los sillones de conferencias Graph de Wilkhahn.
Renovar estancias con valor histórico
El equipo de interiorismo de Rottet Studio y de Studios Architecture tuvieron que plantearse cómo crear espacios de trabajo eficientes, amplias salas para equipos y entornos representativos cuyo interiorismo moderno se integrara en la identidad histórica del inmueble. Así, el equilibrio radicó en preservar el legado histórico y, al mismo tiempo, incorporar el confort más actual y un diseño de primera calidad. El equipo de planificación hizo especial hincapié en encontrar la forma de integrar una infraestructura digital moderna apta para las conferencias híbridas, como grandes monitores LED integrados en los arcos de medio punto que muestran imágenes cambiantes cuando no se usan activamente.

En la gran sala de reuniones se eliminaron estructuras añadidas en antiguas renovaciones para recuperar el volumen original de la estancia. Así, se destapó y se restauró el monumental techo de cristal y se eliminaron los tabiques que separaban desde hacía tiempo las antesalas situadas en ambos extremos de la estancia principal para volver a unirlas en un único espacio.

Graph aporta valor añadido
Las salas de reuniones del edificio están diseñadas y decoradas de distintas maneras: con mapas históricos, diplomas, obras de David Hockney o serigrafías de Andy Warhol. Sin embargo, hay un elemento común que todas ellas comparten, el sillón de conferencias Graph de Wilkhahn (diseñado por jehs+laub). Gracias a ello, estas estancias adquieren un toque extra de modernidad y están equipadas con el máximo confort para celebrar reuniones de trabajo.



Las líneas innovadoras de Graph aportan dinamismo y modernidad al legado arquitectónico histórico de la bolsa de Nueva York. Tiene una forma esbelta y fluida que, junto con las líneas curvas del respaldo y de los apoyabrazos, encajan a la perfección con los elementos históricos del conjunto y con el sobrio y elegante diseño de las salas de trabajo más pequeñas. Además, la sección recortada horizontal de la coquilla del asiento y el tono claro de la tapicería confieren al sillón —equipado con ruedas— un aspecto ligero y prácticamente transparente a pesar de que cuenta con un acolchado de alta calidad. Ahora, en el histórico edificio de la bolsa de Nueva York se pueden volver a celebrar reuniones, debates y negociaciones con estilo y comodidad, en parte gracias a los elegantes y confortables sillones de conferencias de Wilkhahn.

Más información
Página web de Studios Architecture
Página web de Rottet Studio
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