Realidad virtual

02.03.2021

A la hora de proyectar una oficina, arquitectos e interioristas deben tener al usuario como elemento central en mente. Sin embargo, algunas tendencias globales, como la digitalización, la búsqueda de una mayor sostenibilidad y una mayor preocupación por la salud, plantean escenarios muy complejos. En este contexto, Wilkhahn ha creado un edificio virtual para mostrar como pueden crearse espacios de trabajo pensados para el futuro y basados en el concepto Human Centered Workplace. Se trata de un espacio de oficinas de 1200 m2 situado en una antigua zona industrial de Copenhague, el barrio de Nordhavn, y pensado para satisfacer las necesidades de las personas. Por este motivo, está diseñado como una construcción abierta al entorno urbano en el que está situada, una zona que resulta ser un auténtico prototipo de las ciudades del futuro. Hoy, hablamos con Georg Thiersch, del estudio de interiorismo 1zu33, y Frederik Bellerman, de Wilkhahn, para que nos cuenten más acerca de la concepción y la creación de este proyecto virtual.

Georg Thiersch estudió Arquitectura y Diseño en la Academia Estatal de Arte y Diseño de Stuttgart. Tras trabajar en varios estudios de arquitectura, entre los cuales se encuentran Steidle & Partner o el estudio neoyorquino Gluckman Mayner Architects, decidió regresar a Múnich y unir fuerzas con su socio, Hendrik Müller, con el que lidera a los interioristas de 1zu33 desde 2007. 1zu33 es un estudio con proyectos a escala internacional y con un equipo interdisciplinario que trabaja en el ámbito del diseño, la arquitectura y la comunicación en los espacios.
Frederik Bellermann es interiorista y arquitecto especializado en Design Thinking. Tras pasar varios años como investigador en la escuela técnica superior de Ostwestfalen-Lippe, abandonó el mundo académico y trabajó de asesor para combine Consulting, trabajando en diseño de entornos laborales y de gestión. En 2019 se unió al equipo de Wilkhahn como gestor de márketing estratégico y es el experto de referencia en todo lo referente al concepto Human Centered Workplace.

Señor Thiersch, usted es experto en marcas y, como tal, sabe bien cómo se pueden plasmar sus valores fundamentales en un espacio físico. El estudio 1zu33 ha diseñado numerosos showrooms —exposiciones— y tiendas para marcas del ámbito del diseño de interiores. A la hora de trabajar con Wilkhahn como marca, ¿qué le pareció especialmente interesante?

Wilkhahn es un nombre de peso entre los fabricantes de muebles de oficina. Se trata de una empresa familiar y sus productos responden a los más altos estándares de calidad desde hace generaciones. Sin embargo, es una empresa que no crea productos de forma aislada, sino que los crea en una constante correlación con el entorno y el contexto. Los productos de Wilkhahn surgen de una concepción de los espacios de trabajo que va más allá de la pieza o de la serie y que permite crear un entorno altamente interconectado en el seno mismo de la empresa. Un entorno que resulta ser una fuente de inspiración para los arquitectos y los proyectistas, especialmente, pero también para el usuario mismo porque se convierte en un vínculo de identificación. Actualmente, Wilkhahn trabaja mucho para reforzar este concepto de vínculo, haciendo un énfasis especial en la comunicación con arquitectos y proyectistas, pero también con el cliente final. Está creando una nueva forma de comunicación.

 

Habla de crear una nueva forma de comunicación. Parece que encaja muy bien con los proyectos de 1zu33, ¿verdad?

Totalmente. Desde 1zu33 trabajamos para crear espacios y conceptos comunicativos para empresas con historia e identidad. Así, pues, estamos encantados de colaborar en la creación de esta nueva forma de comunicación basada en unas raíces tan sólidas como las de Wilkhahn.

 

Han ideado para Wilkhahn un edificio virtual que, más que un showroom, es la proyección de un entorno laboral ficticio creado según las distintas dimensiones del concepto Human Centered Workplace. ¿En qué medida este proyecto fue distinto a su modus operandi habitual?

No dejamos que este proyecto fuese distinto a los procesos de creación de un espacio de trabajo real, físico, y lo decidimos de forma muy consciente. Durante la larga fase inicial de concepción, definimos a un usuario virtual del espacio y determinamos qué esperaría encontrar esa persona en su entorno laboral, teniendo en cuenta tantas posibilidades como fuera posible. Así, creamos un blueprint, un esquema de base que pudiera servir para otros proyectos. Luego, el proceso de proyección y diseño no fue diferente al de cualquier otro proyecto real y, de igual manera, hicimos una planificación muy detallada. La principal diferencia entre este proyecto y uno real, físico, es la capacidad de adaptación que tienen cada uno de los espacios de trabajo que diseñamos para que otros proyectistas o arquitectos puedan usar este proyecto como base para sus propios diseños.

 

Este edificio virtual en Copenhague ejemplifica un proyecto integral que se puede adaptar a las realidades de otros lugares del mundo. A la hora de diseñar proyectos físicos, ¿cómo puede un arquitecto o un proyectista aprovechar este proyecto digital?

Como decía, para nosotros era muy importante que este proyecto virtual se pudiera transferir a un proyecto físico. Los arquitectos y los proyectistas pueden usar las distintas secciones del espacio virtual como si de bloques se tratara y adaptarlos a sus necesidades en función del tamaño y del diseño que quieran. Este espacio virtual prevé un espectro funcional muy versátil: cuenta con entornos destinados al trabajo individual en salas pequeñas, con espacios amplios y muy flexibles para un think tank, o con superficies que se pueden amueblar libremente y múltiples espacios destinados a la interacción. Creamos un proyecto virtual en el que arquitectos y proyectistas puedan encontrar una solución adaptable a prácticamente cualquier requisito de un entorno laboral físico.

Este proyecto se ha creado como herramienta virtual para ayudar a arquitectos y proyectistas a la hora de planificar espacios de oficinas, pero también puede ser una herramienta de gestión para los cargos de responsabilidad en las empresas. Imágenes: 1zu33 / Wilkhahn

Mediante el concepto Human Centered Workplace, Wilkhahn nos deja entrever el futuro y nos muestra, además, cómo serán las oficinas en las que querremos trabajar el día de mañana. Señor Bellermann, ¿cómo enfocó la renovación de un concepto en el que Wilkhahn ya lleva tiempo trabajando?

Cierto es que llevamos tiempo trabajando en diseñar productos de tal manera que permitan contribuir a la creación de entornos laborales pensados para el futuro. Con esta visión en mente, creamos Human Centered Workplace: un concepto que aúna los aspectos fundamentales de la creación de este tipo de espacios y que se ha convertido en una brújula gracias a la cual tanto nosotros como nuestros clientes llegamos a plantear las preguntas más pertinentes. A la hora de concebir y proyectar entornos laborales pensados para el futuro y en los que la persona sea la piedra angular, creemos que es imperativo valorar las necesidades individuales de las personas teniendo en cuenta el uso que se dará a estos entornos. Estas son las ideas gracias a las cuales nos consideramos pioneros en la creación de entornos laborales versátiles y modernos.

 

Tienen en mente todos los niveles en cada proyecto: la ciudad, el barrio, el edificio, las distintas salas, los muebles. Para crear un espacio “human centered”, pensado para las personas, cada nivel se debe enfocar de una manera distinta. ¿Cómo se refleja esto en el nivel más cercano al cuerpo: los muebles? ¿Qué papel desempeña el diseño?

Hoy en día, es bien sabido que el interior de las oficinas influye notoriamente en el atractivo de una empresa. Al fin y al cabo, es la manifestación más visible de su identidad. Refleja, tal vez de forma inconsciente, su actitud y sus valores, y, para que una empresa se considere atractiva, debe tener una identidad que sea a la vez única y distintiva. Por este motivo, se deben crear diseños que, más allá de modas pasajeras, tengan una continuidad y una solidez, y sean coherentes. Además, un buen diseño también redunda positivamente en el bienestar de las personas porque contribuye a reducir el estrés, fomenta el movimiento y, en consecuencia, es beneficioso para la salud. En última instancia, un buen diseño también es la manifestación física de la calidad y la sostenibilidad.

 

 

El bienestar físico y mental de las personas en el entorno laboral es positivo para la salud y a nivel social, pero, además, también puede redundar en beneficios económicos para las empresas. ¿Cuáles son los factores decisivos en este sentido y cómo se pueden crear las condiciones adecuadas mediante el diseño de una oficina?

Cuando las personas se sienten bien, son más productivas a nivel laboral. El bienestar no es algo que se pueda expresar en cifras, pero sí se pueden encontrar algunos factores que influyen claramente en el rendimiento. Tener autonomía personal, por ejemplo, es muy importante. Los empleados que pueden organizarse la jornada laboral de manera flexible gozan de mejor salud, son más productivos y trabajan más relajados. Otro factor son los espacios orientados a la interacción, que resultan tener un doble beneficio. Por una parte, poder alternar entre estar sentado, de pie o moverse es muy bueno para el cuerpo y, por otra parte, el intercambio informal entre empleados y tener tiempo para hacer pausas es positivo para la salud y el bienestar. En resumen: cuanto mejor se adapte una oficina a las distintas situaciones y preferencias personales de sus empleados, mayor será su bienestar y su productividad.

 

 

Una última pregunta, señor Bellermann. Esta es algo más personal: si tan solo pudiera elegir un objeto, una pieza de mobiliario o un accesorio para su propio puesto de trabajo, ¿cuál elegiría y por qué?

Así, espontáneamente, diría que la silla AT Mesh porque la considero la mejor silla giratoria ergonómica. Se trata de una “Coupé”, obra de la diseñadora francesa Annie Tribel, quien la creó para Wilkhahn a finales de la década de 1960. Reflejaba el concepto del Human Centered Workplace a la perfección: una coquilla de estética futurista con sistema de iluminación integrado para poder adaptarse a distintas situaciones, y con un teléfono. Estaba pensada para instalarse en un café y, claro, no es casualidad que los entornos laborales de referencia contengan elementos propios del mundo de la hostelería y la gastronomía. Al fin y al cabo, son espacios concebidos para que la gente se sienta bienvenida, y no solo en el rincón de la neverita y la cafetera.

 

 

Y usted, señor Thiersch, ¿qué pieza elegiría?

Mi mejor compañero en el trabajo solía ser una buena taza de café… pero ahora, más allá de nuestra colaboración con Wilkhahn, diría que mi mejor amigo es un buen asiento. Un asiento que me ayude a aguantar mejor la mala postura que suelo adoptar mientras trabajo, o un asiento que me obligue a integrar nuevas posturas en mi día a día en la oficina: estar sentado, de pie, caminar. Creo que el movimiento es clave para tener unos hábitos más sanos en el trabajo y todo empieza por mejorar nuestra postura estando sentados.

 

 

Muchas gracias por dedicarnos su tiempo.

 

Haga clic aquí para ver el folleto digital sobre Human Centered Workplace.

 

Visite el sitio del estudio 1zu33,

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