El concurso de casas de galletas de jengibre, organizado este año por Wilkhahn, el especialista textil suizo Création Baumann, el fabricante de sanitarios Vola y la empresa de muebles Bender, se ha convertido en una tradición. Por tercera vez, los estudios de arquitectura fueron invitados a presentar sus sabrosos diseños. No sólo se buscó la planificación, sino sobre todo la pericia en la construcción. Se proporcionaron las galletas de jengibre para poner en igualdad a todos los participantes. Por otra parte, podían dar rienda suelta a su imaginación. Y en contraste con el mundo real de la construcción, el objetivo se trataba de la naturaleza transitoria del objeto. En última instancia, cualquier error de construcción en este concurso podría ser consumido literalmente.
Es una idea divertida, pero el prestigioso jurado se tomó en serio su trabajo y probó las verdaderas cualidades de las aproximadamente 30 propuestas. Y después, los ganadores recibieron premios culinarios y el estupendo taburete Stand-up de Wilkhahn. No se sabe si el posterior motivo fue quizás para deshacerse de cualquier exceso de peso ganado.
El equipo de Jo. Franzke Generalplaner de Frankfurt am Main ganó el primer premio con su “Casa de las Culturas”. La idea se basó en mostrar compañeros de 22 nacionalidades diferentes trabajando en una casa. Esta era la diversidad que el concurso quería que reflejaran las propuestas. Detrás de las ventanas de la casa de los panes de jengibre se encuentran fotos del personal y pequeñas notas que indican cómo se celebra la Navidad en cada país.
Y en este sentido, el equipo editorial del blog de Wilkhahn le desea unas felices fiestas.
