Comer y beber juntos refuerza el sentimiento de comunidad, no solo a nivel particular sino también profesional. Por ello, el concepto Human Centered Workplace apuesta por los acogedores sillones Occo e Insit para crear un espacio común de relax e intercambio en la oficina que nos impulse a cuidar las relaciones.
Tras pasar semanas trabajando solo en casa, nuestro vínculo con los compañeros de trabajo y, en última instancia, con la empresa empieza a difuminarse. Al fin y al cabo, las empresas son, ante todo, comunidades sociales formadas por las personas que trabajan en ellas. Sufrimos la distancia con los familiares y amigos, que salvamos parcialmente con videollamadas, pero también echamos de menos el contacto interpersonal en la empresa. Hay quienes consideran a los compañeros de trabajo sus personas de referencia y al tener que pasar un confinamiento sin poderlos ver se sintieron realmente solos.
Las zonas comunes no solo se utilizan para reuniones planificadas, sino que también ofrecen un escenario adecuado para encuentros espontáneos en los que charlar tranquilamente y acercarse a los compañeros. La mesa y los taburetes Occo son el mobiliario perfecto para crear un ambiente relajado.
Además de la pérdida de los vínculos afectivos, se puede tener fácilmente la sensación de no saber ya lo que «pasa» en la empresa, de perder de vista las relaciones entre compañeros y, por lo tanto, podemos perder la noción del papel que tenemos en el seno del equipo.
Al fin y al cabo, cuanto menos coinciden los lugares y los horarios de trabajo, menos se perciben los matices, aquellos detalles que no se ponen en palabras, el ambiente que se respira. Faltan las experiencias que normalmente aportan seguridad y confianza. Por todo ello, fomentar el sentimiento de comunidad es especialmente importante cuando llegan tiempos de cambio y tenemos que adaptarnos a nuevas circunstancias derivadas, a su vez, de alteraciones considerables en la situación del mercado, una situación que han experimentado recientemente numerosos sectores industriales. Es, precisamente, en situaciones así que la confianza en una comunidad fuerte se convierte en el motor del cambio, mientras que los miedos tienden a reforzar la inercia y la resistencia.
Las reuniones transmiten confianza y orientación. La sala de conferencias con los sillones y la mesa Graph es, también, un entorno de referencia para la comunidad de la oficina.
Sin embargo, construir una comunidad requiere de espacio, en todos los sentidos: físico y metafórico. No podemos pretender prescribir cómo debe ser este espacio, pero sí se puede orientar. En las reuniones, los rituales fomentan la confianza y dan orientación entre los compañeros. Las celebraciones —ya sea de éxitos conjuntos o de circunstancias individuales— son otro elemento clave para reforzar el sentido de comunidad. Y, finalmente, un elemento que no se debe menospreciar en absoluto son los encuentros informales y espontáneos, pues allí es donde surgen las relaciones, donde se nutren y se fortalecen.
Los vínculos emocionales se refuerzan todavía más cuando compartimos nuestro tiempo junto a una (buena) comida. Se trata de algo profundamente anclado en el subconsciente humano más primitivo. Compartir una comida es una de las formas más elevadas de afecto social. No en vano, toda fiesta en casa tiene una fiesta paralela montada en la cocina, y resulta ser siempre la mejor. Los cimientos de la confianza se establecen en las cenas de empresa y la cohesión de grupo se refuerza especialmente durante las excursiones corporativas.
Un restaurante de empresa crea comunidad entre los distintos departamentos. La amistad se refuerza entorno a una (buena) comida y las sillas y mesas Occo eliminan, en estos momentos, todas las jerarquías.
El sentimiento de comunidad, pues, es uno de los motores más importantes de las cuatro dimensiones en las que se basa el concepto Human Centered Workplace. Se trata de un factor decisivo para la salud mental y el bienestar. Además, es la base de toda colaboración fructífera y es el punto de partida de todo proceso de cambio e innovación.
Como parte elemental de la cultura empresarial, la comunidad es un componente esencial de la identidad corporativa, sobre todo para diferenciarse de otras empresas. Asimismo, es imprescindible para alcanzar los objetivos empresariales y para dar un sentido y un propósito que vayan más allá del mero beneficio económico. Por ello, nutrirla, cuidarla y desarrollarla son unas de las tareas más importantes que debemos encomendar a la oficina como espacio de encuentro e intercambio.
Puede encontrar más información sobre el tema en la página www.wilkhahn.com.
Planear un futuro incierto: una visión innovadora para concebir y diseñar entornos laborales en los que podamos trabajar bien y a gusto el día de mañana.
Bienestar, colaboración, identidad y propósito. ¿Qué tienen en común estas cuatro dimensiones del elemento work y cómo interactúan en Human Centered Workplace?
Descubra los espacios del elemento meet del concepto Human Centered Workplace y vea cómo fomentan el contacto interpersonal en la oficina.