
¿Se imaginan un asiento que les permite, a la vez, estar sentado y en movimiento? Las sillas de la línea FS encarnan la unión de esta aparente dicotomía. Un modelo que ha ayudado a muchas generaciones de ejecutivos y políticos a sobrellevar las crisis que se han sucedido. Además, es toda una referencia en diseño sostenible. Para más inri, fue el primer producto exportado de Wilkhahn y el que encabezó su éxito internacional. Hoy en día, sigue al lado de cientos de miles de personas en todo el mundo como un fiel compañero de vida.
A mediados de la década de 1970, los diseñadores de Wilkhahn Klaus Franck y Werner Sauer tuvieron la genial idea de colocar una coquilla altamente flexible entre el eje de rotación delantero y los brazos oscilantes y síncronos como si se tratase de una hamaca. Al principio, la silla no contaba con sistema mecánico alguno, pero le bastaron unos apoyabrazos flexibles para convertirse en un hito en el diseño de sillas de oficina. Se empezó a producir en 1981 bajo el nombre de línea FS, en honor a sus dos diseñadores y, desde el primer momento, se concibió como una alternativa a los pesados asientos ajustables de antaño (conocidos como Sitzmaschine). Era un asiento pensado, precisamente, para favorecer el movimiento.

Un estudio del centro de investigación de la salud de la Escuela Superior de Deportes de Alemania demuestra que la línea FS sigue estando a la vanguardia de la ergonomía. El estudio recalca el increíble rango de movimiento que ofrece la silla. Mucho antes de que nadie pensase en ello, el respaldo ya contaba con una flexibilidad tridimensional sin parangón.
Sin embargo, la línea FS es mucho más que ergonomía. Es un ejemplo de diseño llevado a su máxima expresión. La serie de libros sobre diseño titulada Design-Klassiker le dedicó un monográfico entero en el año 1998. El modelo FS 220, un sillón ejecutivo con marco de acero elástico y un exquisito tapizado, ha apoyado y sigue apoyando a los más altos ejecutivos y estadistas de Alemania, desde Helmut Kohl, Gerhard Schröder o el gobierno alemán. A nivel internacional, la que fue «Première dame» francesa, Carla Bruni, usó la línea FS en el Palacio del Elíseo, aunando, así, un confort saludable con estilo y elegancia.

Por último, la línea FS también es una referencia del diseño sostenible. Es increíblemente robusta, resistente y requiere poco mantenimiento, lo que la convierte en un todoterreno capaz de sobrevivir durante generaciones, ya que Wilkhahn ofrece desde hace décadas la posibilidad de renovar tanto tecnológica como estéticamente sus modelos. De esta manera, apuesta por la sostenibilidad en vez de centrarse únicamente en la producción y la venta de nuevas sillas de oficina. No en vano, muchos bancos y edificios administrativos en Sudáfrica apuestan a día de hoy por la línea FS. Aprovechan la posibilidad, como tantos otros clientes en todo el mundo, de darle una segunda o incluso una tercera vida a sus sillas FS, ya que las piezas cuya producción requiere de más energía y materiales se pueden reaprovechar y las sillas vuelven a parecer nuevas una vez se les cambia el acolchado y la tapicería.
En 1981, cuando se comercializó por primera vez, la línea FS se vendió como una silla intuitiva «para la que no hacía falta manual de instrucciones». Hoy, con motivo de su 40.º aniversario y Wilkhahn vuelve a presentarla como una silla «para varias generaciones», un modelo clásico que ofrece múltiples beneficios, también para el teletrabajo. En la selección de imágenes, encontrará una contraposición de fotografías antiguas y actuales dirigida a las personas que, cuarenta años atrás, todavía eran niños o aún no habían nacido. Es maravilloso ver que, precisamente ahora, en una época caracterizada por el cambio climático y una mayor concienciación por el uso de los recursos naturales, esta silla tan sostenible está más de moda que nunca. Una silla que acompañará, también, a las generaciones venideras.
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¡Feliz cumpleaños!
